lunes, 7 de diciembre de 2015

El dilema del vagón

A una vagoneta estacionada en una vía de ferrocarril en pendiente, en una estación ferroviaria medio abandonada, se le estropean los frenos e inicia un vertiginoso descenso. El conductor advierte que va a matar a 5 jóvenes que, ajenos al peligro, están tumbados sobre la vía. El conductor, aunque no puede frenar, tiene posibilidad de activar una palanca y desviar la vagoneta hacia otra vía en la que hay tendido un único joven, que morirá si la vagoneta termina arrollándole. ¿Desviarías el vagón?


Cerca del 90% de los participantes en el estudio de la Michigan State University decidieron desviar el vagón. Una posible explicación ante tal conducta de romper una normal moral (no matar) se explicaría porque minimizaría los daños. Se acepta la responsabilidad y la culpa que entraría en juego sería la altruista. Las personas que no cambiaron de raíl eran las que más activadas estaban emocionalmente (Navarrete, 2011).

Cuando se plantea un dilema moral como el del vagón, en las personas con TOC la culpa deontológica prevalece sobre la altruista. Una explicación que podría darse al hecho de no cambiar es porque no se ven con derecho a decidir. "Los seres humanos tienen aversión a dañar a sus semejantes pero deciden cambiar el raíl porque el pensamiento racional les hace enfocarse en que van a salvar a más gente si toman una decisión. En cambio, hay personas que la sobreexcitación y el nivel de ansiedad alto no les deja tomar ninguna decisión de actuar, quedan paralizados", explica Navarrete (2011).

Además de la culpa, el asco también está presente en el TOC explica Mancini et al. (2001). El sentimiento de culpa deontológico conlleva más sensación de suciedad que del altruista. Lavarse disminuye la sensación de culpa, alivia. Contra más culpa se siente, más sensación de suciedad y más se dirige la atención a lo limpio. En todas las religiones los pecados se redimen pero algunos pecados son más sucios que otros, Si miramos la sensibilidad al asco, las personas que puntúan alto en asco también puntúan alto en TOC, son los más sensibles a la porquería. El asco activa el nervio vago y puede hacer reacciones vagales como sudor, temblores, mareos o dolor estomacal entre otros, y de ahí la relación con la sintomatología ansiosa. 

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