jueves, 19 de noviembre de 2015

Tratamiento para el TOC

El primer paso para poder ayudar a un TOC es acudir a un médico o profesional sanitario para hablar de los síntomas padecidos. El profesional realizara un examen para descartar otros problemas físicos que pudieran ocasionar esos síntomas; y al mismo tiempo realizar una valoración diagnóstica. También deberá revisar el historial clínico y un conocimiento suficiente de la situación del paciente ayudara a un buen diagnostico y a su vez, la elección del tratamiento. Por último, el paciente es derivado a un especialista en salud mental.



Hay diferentes tipos de tratamiento para personas con un trastorno obsesivo-compulsivo:

  1. Terapia de comportamiento, que enseña al cliente diferentes modos de hacer las cosas para que se pueda sentir menos ansiosa sin tener pensamientos obsesivos o sin actuar de forma compulsiva.
  2. Psicoterapia con un psicólogo, psiquiatra o trabajador social con licencia. Durante la sesión, el usuario es expuesto a situaciones que desencadenan pensamientos obsesivos. Progresivamente aprende a tolerar la ansiedad y resistir las ganas de realizar un acto compulsivo. También se puede llevar a cabo para reducir el estrés, la ansiedad y resolver conflictos internos.                                                                                                       
  3. Farmacoterapia; que consisten en el uso indefinido de medicamentos antidepresivos o ansiolÍticos para controlar los síntomas. En el caso de dejar el fármaco, surge una recaída. En la actualidad, el tratamiento que se suele utilizar es un psicofármaco llamado inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS). Es importante tener conocimiento de este medicamento y que puede tardar varias semanas hasta empezar a surtir efecto. Estos favorecen a casi el 80% de los usuarios, y en la mitad de los casos, esta alivia los síntomas al disminuir la frecuencia e intensidad de las obsesiones y compulsiones. Provocan efectos secundarios asumibles como el efecto en la sexualidad, que produce inhibición y dificultades en alcanzar el orgasmo. Para el resto de los pacientes para el que el ISRS no es efectivo, muchos autores recomiendan la terapia cognitiva conductual.                                                                                         
  4. Terapia cognitivo conductual, el cual es compatible con el tratamiento farmacológico, ha demostrado que es más eficaz y con un menor índice de recaídas. Consiste en una exposición de lo que el cliente teme y prohíbe realizar conductas de evitación; como rituales neutralizadores. La aceptación de la ansiedad que se siente ayuda en el proceso del tratamiento; pero esto no es el objetivo de la terapia, sino conseguir la flexibilidad psicológica necesaria para que la ansiedad no influya en la vida diaria. Estos cambios profundos en la aceptación de las sensaciones de ansiedad, el descubrimiento y el compromiso con sus intereses y valores, y una ampliación de si mismo. Esto hace que el usuario esté más motivado y que el número de abandonos y recaídas sea cada vez más bajo. 
  5. Terapia de exposición y prevención de respuestas (ERP); es un método especifico psicológico, eficaz en gran cantidad de personas, sobre todo en las que muestras rituales conductistas. Mediante este procedimiento el usuario se enfrenta, voluntaria o involuntariamente, al objetivo previamente acordado. Además, el paciente es incitado a evitar sus rituales, mediante apoyo y medios provistos por el terapeuta. Este método es muy duro para el paciente y exigente para el terapeuta ocupacional.
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